2050 Cartas de Amor.
*Carta: La figura enfoca la dialéctica particular de la carta de amor,
a la vez vacía (codificada) y expresiva (cargada de ganas de significar el
deseo).[1]
*Proteínico: Perteneciente o relativo a las proteínas. (Compuestos
coloidales, de elevado peso molecular, que contienen carbono, hidrógeno,
oxígeno, nitrógeno y a veces azufre) fundamentales
en la composición de los seres vivos, pues constituyen las sustancias
estructurales de las enzimas y de las células, y forman en el organismo las
hormonas y demás sustancias de protección y de transporte. Se aplica a los
alimentos que tienen gran cantidad de proteínas.
*Prótesis: Pieza o sustancia que reemplaza a un órgano o parte de él.
Adicción de una letra no etimológica al principio de una palabra.
>>> Para el Arte
Proteico, la cuestión audiovisual
es asumida como materia maleable. Las Proteínas, que en este caso se adhieren
al material fílmico, vienen dadas por la postproducción en un aparato
ordenador. Para ofrecer un acercamiento a esta obra audiovisual, ya no hay que referirse a los límites entre el cine
o video; este arte es una forma
_proteica _ proteínica_ que trae desde su esencia la expansión de los límites
del cine en digital. Lo proteico es la simplificación
de lo proteínico, pero a su vez, es aquello que
“cambia constantemente de aspecto, de forma, de ideas”[2]. No se puede dejar de lado
el significado de lo proteico como prótesis, que en este caso, también se refiere a la adición de prótesis digitales
al material fílmico.
>>> En la primera obra audiovisual realizada por la
agrupación de Córdoba Arte Proteico, 2050 Cartas de Amor[3],
este agregado de proteínas digitales al material fílmico original, registrado
en Super 8 mm está orientado desde la
puesta en escena de la lectura *polifónica* de estas cartas / No se puede
determinar quien enuncia las voces / El conjunto de imágenes y sonidos logra la
simulación de una violencia expresada en
la lectura de una video carta, pero sin video
escritura. La palabra no es imagen. Es sonido.
>>> 2050 Cartas de Amor evoca
el acto de la lectura. A través de la oralidad, el espectador es partícipe de la lectura imposible de una sumatoria de
cartas en video. Esto conlleva a la construcción de una memoria. Una carta,
considerada como un documento _ testimonio _ recuerdo de un hecho. Un registro
de algo que sucedió y fue previamente escrito. En esta construcción audiovisual
está el registro de una voz _ hablante _ que suponemos _ por la enunciación de
carta _ que ha sido escrita. Pero la
carencia de entonación que se produce por la manipulación electrónica del
sonido, que ha sido separado de su materialidad original, con cierta tendencia
a la abstracción, aleja al espectador de la relación entre _quien es el que
verdaderamente enuncia la carta_.
>>> Desde el inicio de la obra, se escuchan voces en noruego;
pero una ciudad fría es donde se desarrollan los acontecimientos. La cámara
muestra el espacio de *afuera*. Luego, sonidos fragmentarios cuentan la
situación de la pareja: “El matrimonio constituye
el triunfo institucionalizado del principio de la realidad sobre el principio
del placer”. La pareja de despide de *otros* y desciende unas escaleras. Este
principio de la realidad _es la violencia de la simulación _ *la convivencia de
factores opuestos en un mismo espacio*. Las imágenes de la pareja despidiéndose
se repiten y se escucha otra frase: “La
pureza es imposible en un mundo malo”. A partir de estas dos frases,
comienza una progresión que culmina con
la destrucción de la pareja en el encierro. Como ya había dicho, esta voz de
las 2050 cartas, es intervenida electrónicamente y desde la enunciación, no se puede determinar cuál de los dos
personajes es el que narra, por consiguiente no hay género definido en el narrador,
pues este intercambia sus roles a medida que avanza la historia. La voz es la ilación de fragmentos de cartas, o más
bien, el seguimiento de *notas* en un espacio donde la comunicación es
imposible.
>>> A partir de el material pro _ fílmico con el cual está
realizado este audiovisual, conformado por pedazos de restos de *otra* película,
se puede ver que los personajes _posan_ frente a cámara y al final de la pose,
escapan sonrisas ante la imposibilidad de _re*presentar_ la violencia de la
discusión. Ella toma vino impulsivamente, El fuma cigarrillos. En el consumo de
estos cigarrillos esta diluyéndose el tiempo que ella se toma en atacar. Una
pista para determinar lo pro_ fílmico: la
falsa subjetiva en el comedor, el
plano y contraplano de la discusión
junto a la ventana. Cada vez más la cámara se acerca a el rostro violento de
ella que en realidad *es solo una sombra* y *una imagen atrapada en un cuadro*
/ ese cuadro que está junto a la ventana / Esta falta de comunicación entre los dos personajes, no muestra un diálogo. El
calla, silencioso como el tiempo. Cada cual es su propio discurso.
>>> A través de la imagen, se puede seguir la línea de los
acontecimientos _ deviene la destrucción de una pareja aislada por el frio, en
un departamento. Pero no hay respuestas,
solo hipótesis, preguntas, intrigas que
resolver y problemas que cuestionan la manera de contar el audiovisual.
>>> Esta violencia es la que se establece en el proceso
de reconciliación de formatos distintos como el cine, el video, la
fotografía, la pintura. Pero el computador _objeto caluroso que requiere de la
protección del frío, es también un
espacio cerrado, pero contrariamente a esta pareja _ *abre la memoria a
través de interfaces*_ que permiten el ingreso de las proteínas digitales _
sonidos _ texturas de la imagen _ re_
encuadres_ > para lograr la reconciliación de todos estos elementos en la
construcción de un audiovisual a través del render.
[1] Fragmentos del Discurso Amoroso de Roland Barthes. Editorial Siglo XXI
Editores Argentina. 2002.
[2] Diccionario Kapelusz de la lengua española. Pag. 1198 / Editorial
Kapelusz. 1979. Edición Argentina, Impreso en España.
[3] “2050 cartas de amor” Córdoba, Argentina. Año. Mes. Créditos
completos.
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